La Lazio cuajó un honroso partido y, sobre todo en la segunda parte, buscó pelear por la corona copera, pero la Juve es un muro difícilmente penetrable.
El encuentro fue pura Juventus. Venenoso en ataque y pétreo en defensa, el conjunto turinés empaquetó la victoria copera con chispazos y oficio en la primera mitad.
En un eléctrico inicio, Alves rompió la igualdad y Bonucci ratificó la diferencia entre ambos conjuntos. Keita Baldé, en la primera de la Lazio, la estrelló en el palo. Tras el susto inicial, dominio 'bianconero'.
Pese a la ventaja obtenida, Allegri no se fió, tal y como demuestra el hecho del poco movimiento que hubo en el banquillo 'juventino'. Con cuatro delanteros acabó el bloque de Simone Inzaghi.
Con Alves en un intratable estado de forma presto para salir a la contra, la Juve apostó por amurallarse alrededor de la portería de Neto. La Lazio anidó en la frontal y buscó grietas desde fuera y combinando, sin demasiado éxito.
Un disparo fortísimo del activo Keita fue la mejor ocasión de una Lazio que al menos no sacó la bandera blanca ante una Juve que aniquila rivales por puro desgaste. El trébol de la Juventus empieza a deshojarse.