El fútbol, pese al COVID-19, no ha cambiado algunas de las peores costumbres. Una de ellas es el hecho de que los ultras de varios equipos se citen antes del choque para pegarse.
Fue lo que ocurrió este domingo en el partido que disputaron el Groningen y el Arminia Bielefeld. Lejos de ser amistoso, los aficionados más radicales lo convirtieron en una tragedia.
Sillas volando, palos y puñetazos por uno y otro lado para mostrar de nuevo la versión más deplorable del mundo del fútbol, justo el día en el que Robben volvía a marcar.
September 6, 2020