Pese a que ambas partes quieren seguir su camino juntos, hay diferencias de opiniones en cuanto a la cláusula de rescisión, lo que estaría provocando problemas de entendimiento entre club y jugador.
El problema radica en que el defensor ha dejado claro que está dispuesto a firmar hasta 2020, pero que sólo lo hará si en el contrato viene incluida una cláusula de rescisión de 45 millones de euros.
La Lazio, por su parte, prefiere no incluir cláusula en el acuerdo que les unirá, por lo que las negociaciones seguirán durante las próximas semanas.