El Madrid está a cuatro puntos de volver a proclamarse campeón de Liga. Todo, gracias a un triunfo sufrido durante una hora y cómodo el resto. Los de Zidane solventaron la papeleta con dos goles muy tempraneros, se permitieron sestear como el día del Valencia y acabaron goleando a un rival que lleva semanas soñando con que acabe la temporada.
La Liga se pone un poquito más de cara para los blancos, que han esquivado la primera de las tres piedras que marcaban el puente colgante hacia el título. El Barça mantiene el pulso y obliga a los blancos a no fallar. Celta y Málaga ya aparecen en un horizonte que propondrá dos batallas tremendas lejos de casa en cuestión de cuatro días. Como premio, un trofeo que llevan demasiado sin levantar.
La despedida del Bernabéu, con aroma de punto y final para James, que se fue del campo con claros síntomas de adiós y entre aplausos a una parroquia que probablemente no volverá a disfrutar como local, fue festiva, pero con el típico tinte de dramatismo que aportan los blancos en sus partidos. El Madrid cumplió con el habitual guión de esta temporada en casa.
Golpeó rápido con una pillería de Nacho y un picotazo de Cristiano. El defensa se aprovechó de la irresponsabilidad sevillista a la hora de defender una falta para batir a Rico cuando este marchaba a colocar la barrera. Nadie la pidió, el Sevilla no se puso delante del balón y el gol fue un pase a la red desde la frontal.
Casi sin tiempo para reaccionar, Cristiano empujó un rechace de Rico tras la enésima contra provocada por las pérdidas de Kranevitter. El 2-0 parecía sentenciar el partido, pero el Madrid siempre apuesta por animar los encuentros, para bien y para mal. Se recompuso el Sevilla y empezó el recital de Keylor, con claro mensaje a la presidencia.
Keylor ha vuelto a su mejor nivel
El costarricense ha recuperado su mejor nivel en este tramo final de temporada. Todo con De Gea en camino... Otro problema para Florentino, al que ya se le ha despedido James. Entre el larguero y hasta tres intervenciones espectaculares del portero, mantuvieron el marcador intacto hasta el descanso. Pero Jovetic le había tomado la medida a la portería tras sus dos remates al larguero y al tercero no perdonó. Ajustadito, 2-1 y temblores en la grada.
Coqueteó el Madrid con el empate. El fantasma del partido del Valencia sobrevoló el Bernabéu a la par que el Barcelona se complicaba en Gran Canaria. Entonces apareció Zidane para calmar las aguas con los cambios. Casemiro y Lucas para frenar la sangría. Y como por arte de magia, llegó el gol de Cristiano.
Jugada de Kroos y zurdazo perfecto a la escuadra de Rico. De esos que gusta ver con la camara trasera para ver como el balón va girando hasta colarse por un lugar que parecía imposible. El 3-1 mató al Sevilla e inició el festival del Madrid. Tocó y tocó el equipo de Zidane, que encontró el cuarto en una jugada de Nacho que remató Kroos con un pasecito a la red del estilista alemán.
Quiso completar la manita el conjunto blanco, pero el Sevilla no lo permitió. El mensaje había quedado claro y no hacía falta más sangre. El Madrid ya mira cara a cara a una Liga que tiene a cuatro puntos. Balaídos y La Rosaleda son los clavos ardiendo del Barcelona para intentar que este campeonato torne el blanco por el azulgrana.