La historia de política de Chipre puede ser una de las más complicadas de entender de Europa y no se libra ni el fútbol. Antigua colonia de Inglaterra, la isla del mediterráneo consiguió su independencia en 1960.
En 1974, Grecia buscó la anexión de Chipre mediante un golpe de estado, reclamando un antiguo derecho de pertenencia de época clásica helenística. Makarios III, que era el jefe de estado de la isla, fue destituido y reemplazado por Nikos Sampson.
Este movimiento político levantó las alarmas en Turquía, que se lanzó al mar y desembarcó en la parte norte de la isla con unos 30.000 soldados y en un mes conquistaron el tercio norte.
Las comunidades turcochipriotas y grecochipriotas, ambas enemistadas desde el año de la independencia, se distanciaron aún más y comenzó la segunda parte más cruenta del conflicto.
La ONU intervino y se creó una franja de zona desmilitarizada, llamada Línea Verde, que dividió el país de este a oeste y la ciudad de Nicosia fue una de las que quedó en mitad. Una nueva Berlín.
Dicha división se produjo en 1983 y la parte norte pasó a llamarse República Turca del Norte de Chipre, mientras que el sur continuó siendo la República de Chipre. Los grecochipriotas que vivían en el norte huyeron al sur abandonando sus casa, mientras que los turco chipriotas del sur hicieron el camino contrario.
No fue hasta 2003 que comenzaron a relajarse las tensiones entre ambos gobiernos y la parte turca accedió a la apertura de la Línea Verde por primera vez en más de 20 años.
Es por esto que cada vez que hay un equipo griego o turco visita la isla para medirse a los conjuntos locales los partidos van más allá del fútbol.
Cabe recordar que en 1986 el Gobierno de Chipre prohibió al APOEL jugar contra el Besiktas en la Copa de Europa. Era la primera vez que dos equipos, uno chipriota y otro turco se medían en partido oficial de la UEFA y el club de Nicosia fue sancionado con dos años sin competencias internacionales, aunque luego la pena fue reducida a uno.
Este martes será el Olympiacos el que visite el campo del Omonia Nicosia. Si bien la visita griega no causa tanto revuelo como lo haría una turca, pues los equipos chipriotas pertenecen a la zona sur, no deja de causar tensión en el lado norte de la isla.