Adriano Leite Ribeiro. El 'nuevo Ronaldo' lo bautizaron en Italia. Con 18 años irrumpió con el Inter de Milán tras marcar un golazo de falta en su debut en el Trofeo Santiago Bernabéu. A partir de ahí, comenzó una carrera hacia el olimpo que desgraciadamente se quedó a mitad de camino.
Aunque su historia comienza en Brasil. Alli jugaba de lateral izquierdo hasta que su entrenador decidió explotar todo su potencial en la punta de lanza. Flamengo le dio la alternativa en 1999 en el primer equipo y sólo un año después recibió la llamada de la absoluta de Brasil. Ya en 2001, el Inter pagó 7 millones por su fichaje.
El Giuseppe Meazza se rindió pronto a sus pies, contemplando los golazos de un brasileño de raza cuya potencia deslumbraba al mundo. Brasil disfrutó de su clase en la Copa América de 2004 y en la Copa Confederaciones de 2005, siendo 'pichichi' y MVP en ambos torneos.
17 de febrero de 2019
Pero un día todo cambió. Javier Zanetti, uno de los iconos de ese Inter de la primera década del nuevo milenio, presenció en primera persona el día que comenzó el declive del 'Emperador'.
"Recibió una llamada de Brasil y le dijeron que su padre había muerto, es algo que te puede cambiar para siempre. Le vi llorar, tiró el teléfono y comenzó a gritar que no era posible. Desde esa llamada no volvió a ser mismo. No le sacamos de la depresión", desveló Javier Zanetti, ex compañero en las filas del Inter de Milán.
"Cuando recibió la llamada telefónica sobre la muerte de su padre, estábamos en la habitación. Descolgó el teléfono y comenzó a gritar de una forma que nadie puede imaginar. Todavía me estremece", añadió.
Zanetti asegura que hizo lo que estuvo en su mano para recuperarle para la causa. "Desde ese día, Massimo Moratti y yo lo tratamos como a un hermano menor. Él continuó jugando al fútbol, anotando y dedicando sus goles a su padre al señalar el cielo. Pero después de esa llamada telefónica, nada fue igual que antes", reveló.
18 de febrero de 2019
Tras varios enfrentamientos con José Mourinho, decidió salir del Inter y regresó a Flamengo. En el 'Fla' ofreció un buen rendimiento en 2009, terminando como máximo goleador (34 goles en 48 partidos) del Brasileirao y levantando el título.
Después de recuperar un gran nivel, volvió a Europa para intentar triunfar en la Roma. Pero en la Ciudad Eterna, allí donde 'El Emperador' esperaba erguirse de nuevo, su fútbol se apagó.
Rápidamente volvió a Brasil para jugar en Corinthians y Athletico Paranaense con el mismo resultado. Entre los tres clubes, sólo jugó 19 partidos. Eso sí, sus polémicas fuera de los terrenos de juego se multiplicaron.
Problemas relacionados, sobre todo, con la bebida. El jugador confesó su alcoholismo y no era infrecuente verle en multitud fiestas, a pesar de encontrarse en el que debería ser el mejor pico de su carrera.
Por no hablar de su sobrepeso... a la vista de todos tras costemplar su impresionante figura cuando de joven se mostraba imparable.
Terminó su carrera en el Miami United, que le dio la baja federativa a pesar de contar con acciones del club.
Un jugador que pudo marcar una era y que se quedó a mitad de camino por una trágica llamada. Adriano, 'El Emperador' que nunca gobernó el fútbol.