Muchísima tensión en el Atanasio Girardot. Dos equipos con la intención de luchar por el liderato se vieron las caras en un duelo que tuvo absolutamente de todo.
Muchos goles, alternativas por parte de ambos y un sinfín de elementos que hizo que el partido no se definiera hasta los instantes finales del choque.
Todo comenzó con dos errores arbitrales de bulto y cada uno favoreció a un equipo. Primero se adelantó Deportivo Cali, después de que el colegiado se inventase un penalti inexistente, según se apreció en varias repeticiones, por una supuesta mano.
Fue Palavecino quien tomó la responsabilidad de transformar la pena máxima y no falló con un potente disparo a la zona alta de la portería.
Poco después, como si el propio árbitro quisiese enmendar su error, permitió que la igualada de Nacional. El tanto llegó en las botas de Vladimir, pero lo que no apreció el tercerto arbitral fue que el jugador 'verdolaga' se encontraba adelantado cuando recibió el balón.
Pero el disparate del partido no iba a terminar ahí. Perea, que fue a quien le atribuyeron el penalti de la supuesta mano, anotó en su propia portería tras un mal control, lo que dio la ventaja de nuevo al cuadro 'azucarero'.
Tras el paso por los vestuarios Nacional se centró. Salió a buscar el gol como no lo hizo en la primera mitad y lo encontró en el 63. Andrade, a la media vuelta dentro del área, batió a González para poner el empate.
A partir de ese momento el partido se volvió loco. Ambos conjunto tuvieron la oportunidad de llevarse el choque, pero fue el momento de lucirse tanto de González como de Cuadrado.
Al final, el reparto de puntos imperó en el electrónico junto a la locura. Un resultado que, viendo la intensidad del choque, sabe agridulce para ambos conjuntos.