Poco más se puede contar del partido al margen de los goles. Y es que hasta siete tantos se pudieron ver en el choque, llegando el primero en el 17' y el último, a quince minutos del final.
Ben Yedder y el Mónaco pegaron primero. Y por dos veces. El ex del Sevilla, de penalti y en un mano a mano, parecía poner el mundo cuesta abajo para los locales.
Pero en el Principado, nadie puede dar nada por sentado. Benedetto y Germain se encargaron de recordarlo. El argentino, a los 38 minutos, marcó en el segundo palo y el delantero, ex del Mónaco, lo hizo de cabeza tres minutos más tarde.
Muchos pensaban que la locura se quedaría en el descanso. Pero esta salió de la caseta y lució más bella que nunca.
Payet se sacó un buen derechazo cruzado desde la izquierda para certificar la remontada. Y Benedetto, por si las moscas, selló su doblete para dar tranquilidad a los suyos. ¡Qué inocente! En el Louis II, el relax tuvo prohibida la entrada este domingo.
Keita Baldé puso el 3-4 en el marcador con 15 minutos aún por jugarse. Esta vez sí, fue el último tanto de un encuentro que, para el aficionado neutral, fue una auténtica maravilla.
El Mónaco sigue sin ganar y ya es penúltimo con dos puntos. Todo lo contrario que el OM, que se coloca cuarto y logra su tercer triunfo seguido en la Ligue 1.