El estadio más emblemático de Inglaterra acogió la final de 'play off' disputada por el Huddersfield y el Reading.
Los primeros compases del encuentro tuvieron un sólo dueño, el Huddersfield, que con una presión alta, un juego directo y un Kachunga "modo Messi" pudieron adelantarse en el marcador. Brown falló lo in fallable, sin portero y en boca de gol echó la pelota fuera incomprensiblemente, aunque este error no pudo empañar su brillante actuación.
En el minuto 22 los espectadores que estaban en Wembley se acordaron de las 22 víctimas que dejó el atentado de Mamchester y conmemoraron a los fallecidos con una atronadora ovación. Después de este gran gesto, y con el paso de los minutos, el partido se igualó y se llegó al final de los primeros 45 minutos sin sobresaltos, ni ocasiones claras para ninguno de los dos finalistas.
El primer tiro a puerta del partido se hizo de rogar hasta el inicio del segundo tiempo, disparo del Reading, que era la primera vez que creaba peligro en el área rival. Parecía que los de Jaap Stam salían con una marcha más tras la reanudación del encuentro, pero el Huddersfield supo disipar sus buenos minutos y tomar de nuevo las riendas del partido.
Llegaba el final de los 90 minutos y ninguno de los dos equipos parecía querer ascender. Problemas físicos, siete minutos de añadido, 0-0 y a la prórroga. Media hora más de fútbol para un estadio radiante y unas aficiones entregadas a sus colores.
La prórroga dejó ocasiones para ambos conjuntos, que no materializaron ninguna oportunidad y se dejaron los deberes para la tanda de penaltis. 4-3 a favor del Huddersfield en el global de los lanzamientos. Muchos dicen que los penaltis son una lotería, si este es el caso, el Huddersfield tenía el boleto ganador, cuyo premio es regresar a la Premier League 45 años después. Ascenso más que merecido para el equipo entrenado por Robins, que vuelve al máximo nivel.