Y es que su madre, Rocío Agudo, aseguró al diario británico 'The Mirror' que no se habla con su hijo y que vive de okupa en unas duras condiciones junto a sus hijos desde que el futbolista dejase de pagar el alquiler de su casa el pasado mes de octubre.
La madre de Nolito, de 46 años, no se habla con el 'citizen', de 30, desde julio de 2015. Él le mandó al carajo en una discusión mediante Whatsapp, lo que provocó el nuevo distanciamiento entre ambos. Desde entonces, ella pide limosna y vive de forma precaria junto a su familia.
Nolito nunca ha hablado públicamente de su progenitora, cuya vida y relación con su hijo ha estado marcada por su pasado, ya que era adicta a la heroína, ejercía la prostitución y estuvo en la cárcel. El jugador fue criado por sus abuelos, a quienes considera sus padres.
Rocío también afirmó al mismo medio que, cuando criticó que el futbolista le diese trabajo a una extraña para limpiar su casa en vez de ofrecérselo a ella, su hijo le dio una respuesta muy dura. "Si quieres pedir caridad en un supermercado, hazlo. Si quieres robar, roba", le habría contestado.
Además, aseguró que el hecho de tener tanto dinero hizo cambiar a Nolito. "El dinero cambió a mi hijo. A él no le gustaba que yo fuera la única en decirle las cosas como son, en lugar de aplaudirle todo como hacen los parásitos de los que se rodea", aseguró.
Su madre pide trabajo a las puertas de un supermercado en Sanlúcar de Barrameda para poder mantener a sus mellizos de cinco años, Jesús y Candela, que nacieron durante su estancia en prisión. Una realidad muy distinta a la de Nolito, que cobra más de 100.000 euros a la semana en el Manchester City.
La abuela del jugador, por otro lado, defiente a su nieto y niega las declaraciones de su hija. "Todo lo que dije mi hija son mentiras. El problema es que ella siempre pide más y más. Nolito es una persona humilde, amigo de sus amigos", aseguró.