La grada del Metropolitano Roberto Meléndez y su césped lucía de la misma manera. Marea amarilla por todos los frentes y tímida presencia verde. Colombia arañaba, presionaba, luchaba y siempre miraba hacia adelante, hacia una Selección Boliviana plantada en su área.
Los 90 minutos se preveían demasiado largos para los 'altiplánicos' a causa de la maestría de James y la omnipresencia del mejor Cuadrado. Ambos 'cracks' se repartieron el protagonismo y comenzaron a golpear el muro boliviano con tal de que, tras cada martillazo, acabara por ceder en algún momento.
Las subidas laterales le hacía mucho daño a la 'Verde', sobre todo desde la banda derecha. Dominio absoluto de posesión y acercamientos peligrosos sin concretarse, así pudo resumirse todo el choque por parte de los locales. Bolivia, esperando a lanzar alguna contra... que nunca pudieron realizar.
Conexión Cuadrado-James.
Avisaron antes del descanso las dos estrellas colombianas. Bacca no estuvo demasiado fino y asumieron todos los galones. Cuadrado rozó el primero al rematar un centro medido desde la frontal de James en busca de un desmarque de ruptura. El balón se marchó tan cerca del poste izquierdo que la grada ya estaba celebrándolo.
Tras el regreso de vestuarios fue Yerry Mina el que opositó para héroe nacional pero su potente cabezazo a la salida de un córner se estrelló con la cara inferior del larguero de Lampe. Una ocasión que le sirvió a Colombia para verse cerca de los tres puntos de oro y seguir, pacientes, mermando los ánimos de la defensa boliviana.
Y la madre paciencia les premió. James cogió el balón con sus manos en cuanto el árbitro señaló un penalti cometido a Cuadrado por Coimbra. El madridista no le pegó demasiado bien desde los 11 metros y el balón lo acabó despejando Lampe, pero pudo aprovechar él mismo el propio rechace para lograr el gol de oro que les hace seguir vivos en la lucha por entrar al Mundial de 2018.