El centrocampista de 33 años se vio forzado a retirarse del fútbol. Lo hizo entre lágrimas y visiblemente afectado en una rueda de prensa en la que tuvo que admitir que el calvario que estaba viviendo con las lesiones no le permitía seguir disfrutando del fútbol.
Lo hizo en el mes de junio e iba dirigido a la afición de su equipo en aquellos momentos, Botafogo. Una serie de lesiones encadenadas de manera consecutivas lo había apartado de los terrenos de juego durante varios meses.
Tras un período de reflexión, las ganas y la pasión por balón, hicieron que Montillo se replanteara su decisión y, tras negociar con Tigre, desempolvó la botas y, con las pilas y la ilusión recargadas, lo intentó una vez más.
Pero el plan no salió como debía. Por enésima vez, una lesión, esta vez de rodilla, volvía a tambalear al argentino. Ocurrió en el primer amistoso de la temporada con su nuevo equipo.
Desde el club se tiene el temor de que la lesión pueda ser de gravedad, lo cual haría replantearse la situación del futbolista en el club, ya que firmó un contrato de seis meses. Montillo podría tener que volver a retirarse antes de haber podido regresar oficialmente.
El calvario comenzó en su llegada a Botafogo, donde sufrió hasta cinco lesiones musculares que le permitieron jugar tan sólo 17 partidos y estuvo en el dique seco más de dos meses seguidos.
Lejos quedan ya las mejores actuaciones de Walter Montillo en Cruzeiro y Santos entre las temporadas 2010 y 2012, cuando firmó sus mejores números como goleador y asistente. Ahora, con 33 años y una nueva lesión. quizás sea la retirada definitiva de la 'Ardilla'.