Dos tiros desde fuera del área impulsaron al Liverpool ante el Genk. El 0-1 llegó en la primera parte, el 0-2 en la segunda. Oxlade-Chamberlain, que se lesionó de gravedad hace temporada y algo, está como un cañón.
El primero fue un disparo cruzado, pero el segundo puede recibir la etiqueta de obra de arte. Desde la frontal golpeó con el exterior un pase de Firmino que se coló por la escuadra de Coucke.
El portero del Genk hizo la estatua y no es para menos: más que disparo fue un pase a la red que cogió altura, un golazo lleno de sutileza y veneno.
Disfrute de la maravilla de 'Ox':
23 de octubre de 2019