El Inter se dejó remontar ante el Bologna y Conte no tuvo pelos en la lengua tras el encuentro: "La decepción es enorme. Muy grande. Al menos en lo que a mí respecta... Y también espero que los jugadores tengan al menos un 1% de la decepción que yo tengo. Me enfado conmigo mismo. Soy el entrenador y soy responsable de lo que sucede en el campo".
"Sucedió algo imponderable y eso no puede suceder en un gran equipo. Hay poco que aclarar y explicar. Significa que no somos un gran equipo y que debemos trabajar para convertirnos en uno", agregó a sus quejas.
Cuestionado sobre la pena máxima errada por Lautaro con 1-0 en el marcador, Conte tampoco se escondió: "¿Qué quién ha decidido que él fuera el lanzador del penalti? Prefiero no hablar sobre esto, lo resolveremos en el vestuario. Solo digo que podríamos haberlo hecho mejor también en esto..."
"Todos estamos bajo escrutinio para demostrar que merecemos vestir el escudo del Inter y que podemos ser parte de un proyecto ganador. Primero tengo que demostrarlo yo, luego los jugadores y luego todos los que trabajan para el Inter. Necesitamos hacer algo diferente de los últimos ocho o nueve años. Siempre debemos tratar de dar el máximo en cada partido. Todavía hay una ronda de la Champions por jugar. Seré el primero en mantener la concentración", se explayó.
Para acabar, avisó que no era esto lo que esperaba cuando llegó al Giuseppe Meazza: "Es mi primer año de trabajo con el Inter y llegue a un club en el que ya existían muchas situaciones en la que aún estamos trabajando. Esta situación trae mucha amargura. No estamos al nivel que nos habíamos fijado. Todos deben demostrar que quieren mejorar en comparación con estos años pasados. De lo contrario, tomaremos algunas decisiones...".