Dirigidos por el portugués Pedro Caixinha, los 'Azules' han mostrado un equilibrio en todas las líneas y además de su zaga confiable cuentan con un medio campo con jugadores creativos y delanteros de clase, con lo cual confían en superar a un América en un buen momento de forma deportiva.
Después de conquistar el título en el Invierno de 1997, los 'celestes' perdieron cinco finales de liga, entre ellas la del Clausura 2013, cuando ganaban por dos goles a cinco minutos del final y, después de ser empatados, cayeron 4-2 en penaltis.
Por perder a la hora buena, el cuadro ha sido objeto de burla en todos estos años, pero después de derrotar a Monterrey en semifinales acaricia la posibilidad de acabar con la sequía ante su rival más enconado, al cual le guarda rencor luego de la derrota de hace cinco años.
Caixinha buscará plantarse bien y a partir de un buen orden atrás atacar con figuras como los centrocampistas mexicanos Roberto Alvarado y Elías Hernández y con delanteros de la clase del argentino Milton Caraglio y el uruguayo Martín Cauteruccio.
"Seguimos con la misma humildad; nada más llegamos a la final que permite mantener la ilusión viva de ganar; estamos contentos, satisfechos, pero queda el escalón más importante", dijo el sábado pasado Caixinha tras eliminar al Monterrey.
América viene de pasar por encima de Pumas de la UNAM a los que derrotó por 6-1 el pasado domingo en una muestra de poderío que si bien no le servirá a partir de mañana, sí mantiene al cuadro con un elevado estado anímico.
El mexicano Miguel Herrera, entrenador de América, espera sacar provecho del talento de sus futbolistas que en todas las líneas han mostrado un buen rendimiento.
Herrera tiene para escoger a la hora de plantear su juego de mitad de cancha hacia adelante con volantes como el mexicano de 18 años Diego Laínez, el colombiano Andrés Ibargüen, el argentino Guido Rodríguez, el paraguayo Cecilio Domínguez y el ecuatoriano Renato Ibarra y delanteros como el colombiano Roger Martínez y los mexicanos Oribe Peralta y Henry Martín.
Además, América cuenta con una defensa sólida, lo cual permite pronosticar una serie pareja en la que los pequeños detalles marcarán la diferencia.
"No importa la cantidad de goles en semifinales. Ellos hicieron uno y pasaron; nosotros siete y estamos en la final, eso es indiferente, ambos sabemos que se jugarán a muerte los partidos que vienen", comentó Herrera.
Águilas es el máximo ganador de títulos de Liga en México empatadas con su acérrimo rival, Chivas de Guadalajara, ambos con 12, y ahora confían en quedarse solas con su decimotercera estrella, mientras Cruz Azul busca su novena, primera en el siglo.
Como los dos cuadros comparten sede en el estadio Azteca no habrá ventaja de ser local en la final con el duelo de ida, cuando América será técnicamente el dueño de casa, y la vuelta el domingo, con Cruz Azul como anfitrión. Tampoco tendrán valor los goles de visitante como criterio de desempate y el título será para el que más goles convierta en 180 minutos.