Las victorias siempre traen tranquilidad, dejan a un lado las críticas y las dudas. Solari así pudo sentirlo en sus carnes después de la buena victoria ante el Sevilla, en la que el Madrid mostró una buena imagen, posiblemente la mejor y más completa desde que el 'Indiecito' pisara el banquillo del Bernabéu.
Un triunfo con el que mirar de otra forma a la Copa, que regresa a esta semana. Tras dejar en el camino al Leganés, el Madrid se medirá al siempre peligroso Girona, que eliminó en la anterior ronda al Atlético de Madrid. Para dicho encuentro, Solari podría recibir una buena noticia. O varias.
Y es que la enfermería del conjunto blanco parece que se despejará, si no hay recaídas de por medio, en poco tiempo. De hecho, el técnico argentino confía en tener disponibles en la ida copera en el Bernabéu al menos a Kroos y Llorente. El alemán, motor blanco, podría incluso dar el salto directamente al once.
Eso en Copa, pero el próximo fin de semana toca visitar al Espanyol y lo puede hacer con novedades. La más destacada, la de Marco Asensio. El balear se lesionó el pasdo 20 de diciembre y, si termina de dar carpetazo a su recuperación, Asensio debería estar disponible para medirse a su ex equipo.
Diferente es el caso de Gareth Bale, con el que no se quiere correr ningún riesgo. El 'expreso de Cardiff' volvió a caer por culpa de su sóleo el pasado 3 de enero, ante el Villarreal. Se le dio de plazo alrededor de dos semanas, por lo que el Espanyol también podría suponer un regreso para el galés.