En estas fechas, algunos indeseables siguen descubriendo el peor de los secretos a grito de "¡Son los padres!". Y en La Rosaleda, a la mayoría de los presentes les pareció que también lo eran la meritocracia y la justicia. Y es que el Málaga firmó un buen partido, llegó al área una y mil veces y dominó a su rival, pero no fue suficiente para hacerse con la victoria.
El Sporting se pasó buena parte del partido metido en su área. Pero claro, se ganó ese derecho a base de eficacia. Tras un mejor arranque de los locales, que probaron a Mariño con dos tiros lejanos de Paulino y Kevin, los de David Gallego se encontraron con un penalti en una llegada aislada al área rival.
Kevin pisó por detrás involuntariamente al 'Puma' Rodríguez y el VAR hizo ir al monitor al árbitro, quien decidió pitarlo. Djuka no falló desde los once metros y marcó el 0-1 con un disparo centrado a media altura.
Intentó reaccionar el Málaga al tanto, pero el Sporting no se sentía del todo incómodo. Djuka tuvo otra ocasión en un disparo desde la frontal que mandó fuera, cerca del palo. Pero los de José Alberto encontraron el camino hacia al gol de la misma forma que su rival.
Escassi cayó en el área y el colegiado, tras revisar la jugada, decretó la pena máxima., Hubo contacto, aunque leve, de Gragera en el muslo del malagueño. Brandon asumió la responsabilidad y ejecutó de forma brillante el penalti, mandando la bola cerca de la base del palo derecho de un Mariño que se fue al otro lado.
Se vino arriba La Rosaleda tras el empate. El equipo se contagió, aunque no plasmó ese arreón en demasiadas ocasiones. Un par de centros peligrosos al área se quedaron sin rematador antes de que Kravets firmase el primero de los dos golazos de la noche. El lateral, que parece que quiso centrar, acabó colando la bola por la escuadra más alejada de Dani Martín para poner el 1-2 en el 41'.
Asedio sin premio
El mazazo lo acusó el Málaga que, sin embargo, salió con ambición y rabia tras el descanso. En el primer cuarto de hora del segundo tiempo, los blanquiazules apretaron de lo lindo. Febas debutó y le dio otro aire a un equipo que disfrutó, aunque sin éxito, de cuatro ocasiones.
Un cabezazo alto de Brandon en el área chica, un disparo lejano de Paulino, una clara llegada de Brandon solo ante el portero en la que decidió mal y un disparo del propio Febas que salvó Mariño con una buena estirada bien merecieron algo más que la nada. Fueron claras, pero el 1-2 seguía luciendo en el luminoso.
Entre medias, el Sporting respiró con un zurdazo del 'Puma' Rodríguez que salvó Dani Martín. Apenas tuvo presencia en campo contrario, pero en las pocas veces que salió, encontró alguna llegada peligrosa al área rival. Pero el equipo gijonés se dedicó casi todo el tiempo a resguardarse con orden en su propio campo ante un Málaga que seguía intentándolo.
Brandon se topó con la pierna de un defensa tras un buen recorte y disparo en el área antes de que Villalba perdonase el 1-3 con un remate alto de primeras en el área. Esa acción, junto a una vaselina que se le fue demasiado alta a Djuka, serían las últimas balas de los visitantes.
Mientras, el Málaga vivía en campo contrario y mandaba una y otra vez balones al área. Mariño reaccionó a la perfección para atrapar un cabezazo de Sekou en una de las pocas veces que encontraron rematador los de José Alberto.
Y tanto fue el cántaro a la fuente que el empate acabó llegando. Con Vadillo ya en el campo, el otro debut local, Ramón recogió en la frontal un rechace de Mariño y, con gran calidad y calma, mandó la bola a la escuadra con la derecha. Enloqueció la grada con un 2-2 que terminó de animar a los malaguistas.
Tuvieron los 'boquerones' un par de llegadas peligrosas ya en el añadido, pero no pasaron del ¡uy! Al final, el empate dejó más contentos a unos que a otros, pero ninguno se termina de acercar al 'play off', objetivo con el que llegaron este domingo a La Rosaleda.