Tras un comienzo de temporada desafortunado, su partido en el Camp Nou ante el Barcelona fue la gota que colmó el vaso.
Allí, en casa del campeón, Luuk de Jong falló ocasiones increíbles de todos los colores y puso de manifiesto una mala racha que parecía no tener fin.
Y es que ante el Levante, tras el parón de selecciones, el neerlandés tuvo un cabezazo totalmente solo en el área pequeña que, sin explicación, mandó fuera.
Sin embargo, el futbolista ex del PSV no se vino abajo y, cuando el empate a cero parecía definitivo, apareció para rematar medio de lado con la cabeza un gran centro de Navas y poner fin así final a su maldición particular.