Este Granada, el mejor de su historia, es así. Es un equipo eléctrico que, por exceso de ímpetu, a veces falla cosas difíciles de errar.
A Carlos Fernández le marcó el bote del balón. El pase de Yangel Herrera era perfecto, pero un desperfecto del terreno de juego no le permitió rematar en la línea.
Se salvó Osasuna, que, a continuación, pudo hacer un tanto del empate que hubiera cambiado por completo el devenir del encuentro en el Nuevo Los Cármenes.
Fue Rui Silva el que hizo que las cosas siguieran como estaban. El portugués enmarcó un partidazo con una intervención fabulosa al chut de Roberto Torres, que volvió a intentar sorprender desde el centro del campo.
October 18, 2019