"El fútbol argentino está muerto. El fútbol argentino está en su peor estado. No veo ningún tipo de motivo para ver que va a cambiar. No veo ningún tipo de movimiento de las dirigencias para acabar con las 'barras'. No veo a la gente que tiene que abocarse a la seguridad para hacerlo", espetó con vehemencia en el arranque de su monólogo.
En este sentido, Liberman quis enfatizar en su discurso y subrayó: "La involución es rotunda. Argentina los deja salir, España los reporta. Eso somos nosotros como país. Merecíamos un escarmiento como este. Insisto, es mentira que se trate de un grupo minúsculo de violentos. Están todos locos, son todos violentos".
No obstante, el periodista confía en que sirva de punto de inflexión: "Ojalá aprendan. ¿Saben cuánto dura lo de la gente gritando contra la 'barra'? Tres días, tres partidos más y después se olvidan. Igualmente, aclaro que no es esa la gente responsable de terminar con los bárbaros".
"Les juro que no parecía la final de la Copa Libertadores de América hasta que comenzó a rodar la pelota y uno veía la intensidad con la que empezó a jugar el partido. Parecía un encuentro extraño, donde la gente cantaba pero estaba más procupada por el selfie para retratar su presencia en el Bernabéu -el estadio más importante del planeta- que por el partido que se iba a jugar", lamentó.
Asimismo, Liberman cargó con dureza contra el conjunto 'xeneize': "¿A quién le sorprende que Boca sea un equipo tan feo? A nadie. Ellos reducían rápidamente la historia a que ganan. Y yo les decía que algún día no iban a ganar. El caso es que las que no ganó son mucho más pesadas que las que ganó".
"Boca está obligado por presupuesto, categoría del plantel y entrenadores, a quedarse con el torneo doméstico. Un torneo que juega con equipos que tienen problemas para juntar dinero para abrir la cancha", recordó, puntualizando las notables diferencias entre los equipos argentinos.
Además, Liberman denunció la oferta 'xeneize': "El tema es que gane los otros partidos, porque tiene los jugadores mejores pagados del país. Y no los gana porque juega espantósamente mal. Uno, todavía, tres años después, no sabe a qué juega Boca. ¿Cuál es la idea? ¿Cuál es la búsqueda? ¿Cuál es el esquema?".
"Un equipo que se preocupa de destruir con una austeridad espantosa, asombrosa, que no deja de llamar la atención y que casi hipoteca la posibilidad de trascender en la cancha, si no es por una inspiración individual", sentenció con contundencia.