La relativa trascendencia del partido, el hecho de que el encuentro fuera declarado jornada económica por la directiva del Elche y la mala dinámica del Hércules, que afrontó el partido sin opciones de entrar en la fase de ascenso, han restado afluencia al estadio Martínez Valero si se compara con anteriores ocasiones.
El recinto ilicitano registró una afluencia de 8.403 espectadores, menor que la que de la pasada jornada ante el Lleida, en un partido en el que el Elche se jugaba certificar de forma matemática su presencia en la promoción.
La afición del Elche se ha tomado el 'Clásico' como una fiesta de reconocimiento a su equipo, mientras que la herculana ha aparcado durante unos minutos sus diferencias con el equipo para apoyarle en uno de los partidos más especiales de la temporada.
El Hércules apenas contó con 150 seguidores en uno de los anillos superiores del estadio, en el que es uno de los desplazamientos menos numerosos que se recuerda en las últimas décadas por parte de su afición al estadio del eterno rival.
En algunas fases del partido, la hinchada herculana sí cargó contra el consejo de administración, solicitando la dimisión de los actuales dirigentes.