La última ha sido un esguince de rodilla, que le tendrá apartado de los terrenos de juego varias semanas, quizá meses. Un revés para el Atlético, pero sobre todo para un futbolista que no termina de enlazar una buena racha de partidos sin sufrir un contratiempo así.
Su particular 'Via Crucis' comenzó cuando todavía era jugador del Sevilla. En su última media temporada en el cuadro hispalense sufrió tres lesiones en apenas seis meses, que le tuvieron 39 días lejos de los terrenos de juego, perdiéndose seis encuentros.
El calvario continuó cuando fichó por el Atlético y pasó media temporada en Las Palmas. En el club insular apenas pudo jugar once encuentros, pues estuvo nada menos que 72 días de baja. Lo que es lo mismo, ausente de ocho partidos en seis meses.
Llegó el mes de enero, y con él su presentación como jugador rojiblanco. No empezó mal, y las lesiones parecían ser cosa del pasado, pero en mayo, otra vez. Otra lesión muscular y otras dos semanas de baja con sus dos respectivos encuentros.
Han sido una tras otra, con un engañoso paréntesis de seis meses. Vitolo ha vuelto a lesionarse, para desgracia suya, pero también de su equipo. Esta vez no ha sido ninguna broma. Un esguince de rodilla es una cosa seria, y lo que parecía un leve traumatismo ha acabado costándole varias semanas de baja.
Él ha encajado el revés con entereza, y ha prometido trabajar duro para volver lo antes posible. Pero el Atlético además, desea que vuelva para no irse. Que se recupere para no volver a caer lesionado. Que el infortunio le deje desarrollar su carrera en paz.
21 de agosto de 2018