Y es que los aficionados madridistas están obligados por su condición de visitantes a volar hasta los aeropuertos de Bristol y Birmingham.
Los aficionados del conjunto italiano serán los privilegiados que aterrizarán en Cardiff, pero los 'merengues' que lleguen en chárter tendrán que coger un autobús que tarda una hora y media en llegar al estadio.
El espacio aéreo de Cardiff, una ciudad con 325.000 habitantes, no da abasto con todos los aviones que aterrizarán el próximo 3 de junio.
Los problemas con los aviones incluso afectan a los jugadores del Real Madrid y la Juve, ya que muchos flotarán vuelos privados para llevar a sus familias y amigos. Al ser el espacio aéreo tan pequeño, muchos aún no tienen autorización para tomar tierra en Cardiff y están siendo derivados a Londres, que está a tres horas del estadio donde tendrá lugar la final.
Otro gran problema es la falta de alojamiento. El Madrid ha tenido que alojarse en un hotel de cuatro estrellas y para los aficionados y periodistas desplazados hasta Cardiff es misión casi imposible encontrar una habitación a precio razonable. La ciudad sólo tiene capacidad para 4.000 habitaciones.
Las dos aficiones están molestas además porque se han suprimido las fan zones por motivos de seguridad: sólo habrá puntos de encuentro.
Cardiff se queda pequeña en todos los sentidos: se esperan 170.000 visitantes el día de la final y encontrar sitio en un restaurante será imposible. La ciudad galesa también tiene previsto reforzar el transporte público, pero las autoridades temen que no se puedan cubrir todas las necesidades de todos.