La competición finalizó en Segunda División dejando unos registros muy negativos en el Tenerife. En los 42 partidos que disputó, tan solo pudo ganar once, empatando en 17 y saliendo derrotado en 14.
Una efectividad del 26% y tan solo 40 goles a favor que recuerdan a las cifras conseguidas en la temporada 2013-14, unos números que provocaron que el Tenerife finalizara el curso en decimosexta posición con 50 puntos.
Unos 40 goles que hicieron que los tinerfeños terminasen el curso como la tercera peor delantera del campeonato, tan solo por delante del Gimnàstic de Tarragona, con 30, y el Alcorcón, con 36.
Y es que hasta los descendidos Córdoba y Rayo Majadahonda hicieron más que los blanquiazules, consiguiendo celebrar 48 y 46 goles, respectivamente. Sin ir más lejos, la pasada temporada el Tenerife llegó a celebrar un gol en 58 ocasiones, 18 tantos más que esta campaña.