Emmanuel Rivière vive una pesadilla. Una que empezó hace tres temporadas cuando bajó a los infiernos con uno de los más grandes de la Premier League: el Newcastle.
Sobre todo teniendo en cuenta que pasó de jugar 28 partidoa a tan sólo 63 minutos de un año a otro. Su proyección se vio frenada en seco y buscó en LaLiga el remedio a todos sus males.
Fue uno de los fichajes estrellas del Osasuna que la temporada pasada descendió a Seguna. No llegó a marcar ningún gol en los 17 partidos que jugó.
Aún así, el Metz le abrió las puertas para reforzar su ataque. Pero sus seis goles en 31 partidos no han sido suficientes para evitar que el equipo picará billete para la Ligue 2.
A sus 28 años, Rivière espera poner fin a la maldición que se cierne sobre él en estas tres últimas temporadas.