Todo comenzó después de caer derrotados por 2-0 en el último encuentro disputado en Argentina. La 'barra brava' del conjunto 'cervecero' quiso tomarse la justicia por su mano.
Y es que decidieron atacar los coches de los jugadores. Uno de ellos, concretamente, Adrián Calello habló sobre lo ocurrido: "Es una vergüenza, tendremos que extremar las medidas de seguridad para entrenar. El plantel está con miedo".
"Estos hechos no ayudan en lo mas mínimo, nos generan más miedo, miedo a que nos venga a apretar la barra, hoy no mande a mi hija al jardín por miedo", añadió.
Por último, Calello quiso expresar su malestar. "Es un trabajo. A nadie le gustaría encontrar su auto roto porque no le sale bien su trabajo", concluyó.