En esos instantes varios miles de personas estaban congregadas en las inmediaciones del estadio cuando, después de que varios aficionados comenzasen a lanzar botes de humo, se escuchó un fuerte estruendo y dos bengalas salieron despedidas de entre la multitud, informaron fuentes policiales.
Una de ellas rompió la ventana de una vivienda en un edificio cercano y entró en el salón, causando un incendio en el interior del inmueble.
La otra impactó en la fachada exterior del estadio y salió rebotada hacia la multitud, recorriendo más de sesenta metros entre la gente sin alcanzar a nadie por cuestión de centímetros.
Las bengalas de señales, que generan temperaturas superiores a 1.300 grados centígrados, han causado varias muertes en los últimos años, recuerdan las fuentes.