Di María protagonizó uno de los sucesos más terroríficos de los últimos meses. En pleno partido del PSG contra el Nantes, tuvo que abandonar el césped y el recinto porque estaban robando en su casa. Llegó a circular el rumor de que habían secuestrado a algún familiar, aunque se comprobó que esto no era cierto.
'L'Équipe' informa de que la policía estuvo en su casa una hora antes de que los ladrones se llevaran objetos por valor de 500.000 euros. Los vecinos del jugador alertaron a la comisaría de Neuilly-sur-Seine, pero los agentes no encontraron a los ladrones.
El guardia de seguridad privado del jugador, de hecho, también notó algo raro y dio una vuelta de reconocimiento por las habitaciones y el jardín. Tampoco advirtió de la presencia de los delincuentes, conque volvió a su puesto y continuó trabajando como antes.
Lo llamativo fue que, una hora más tarde, tuvo que llamar él mismo a la policía porque, esta vez, sí que había podido confirmar que habían entrado ladrones. La esposa de Di María lo descubrió al encontrar su caja fuerte vacía. Poco después, Ángel llegó para estar con su familia.