Es un gesto habitual cuando un rival del PSV visita la ciudad, aunque su efectividad brilló por su ausencia, ya que muchos jugadores ni se enteraron de estos incidentes.
Los que sí se enteraron, no le dieron mayor importancia, ya que pensaron que serían las fiestas de la ciudad. Pero los ultras, que ya hicieron lo mismo en la ida de los octavos de final de la pasada Champions League, esta vez llegaron más lejos.
Concretamente, a la entrada del garaje del hotel. El humo de los petardos que colocaron, entró en el 'hall' y bloqueó los ascensores, que tiene una medida de seguridad. El hotel ha facilitado los vídeos de las cámaras de seguridad a la Policía de Eindhoven para que estos hechos no se repitan más.