La Asociación Portugesa Deportiva está en el fondo del pozo. Uno de los equipos habituales de la élite del fútbol brasileño ha caído en picado hasta la Serie D, y todos sus caminos llevan inexorablemente a la desaparición.
La participación de Héverton en el último partido de Liga contra Gremio en 2013 provocó que el Superior Tribunal de Justicia Deportiva sancionará a la Portuguesa con la pérdida de cuatro puntos. Los necesarios para enviarlo a la Serie B y comenzar el rápido descenso a los infiernos.
A partir de ahí, pues los recursos interpuestos no sirvieron de nada, enlazó una racha impresionante de fracasos deportivos que han estrellado sus huesos contra la Serie D. La Portuguesa perdía el pasado fin de semana contra el Tombense para firmar su tercer descenso consecutivo.
Tras tantos descensos, el club ha acumulado unas deudas imposibles de pagar y que amenazan con embargar la entidad. Los impagos a jugadores y empleados son habituales y parece que el fin del equipo podría estar más cerca que nunca.
La alineación de un jugador puede acabar con uno de los históricos del Brasileirao.