En el partido con menos cosas en juego de todo el domingo, Real Sociedad y Eibar brindaron un entretenido encuentro que acabó en tablas. Comenzaron mejor los locales, pero se durmieron y el Eibar acabó mostrando sus garras tras el descanso.
Ni 13 segundos se habían cumplido desde el pitido inicial cuando los locales se adelantaban en el marcador. Juanmi, muy atento en una pared con Sangalli, superaba a Dmitrovic y castigaba el frío inicio de los de Mendilibar en el derbi.
El Eibar, tal vez enrabietado por su decepcionante desempeño, pronto intentó hacerse con el mando para evitar una bronca aún mayor de su técnico al descanso. Aunque durante el primer acto todavía fue la Real la que llevó la voz cantante, el Eibar enseguida mostró que el despiste inicial no iba a prolongarse en el tiempo.
El gol no sentó bien a la Real, que se vio con el trabajo hecho y primero dudó y luego pasó a defender de manera casi exclusiva su ventaja.
Tras el descanso, Cardona avisó y las ocasiones de los visitantes eran cada vez más habituales y claras. En apenas un minuto, el Eibar se quedó sin el premio del empate pese a disponer de tres ocasiones claras. Sergi Enrich cabeceó al palo, Escalante estrelló su remate en la madera y Cucurella subió los decibelios de los pitos con otro lanzamiento desde la frontal que salió rozando la cepa del poste de Rulli.
Pero los minutos pasaban y el resultado no se movía. Después de otro intento de Cucurella que se fue por arriba, Mendilibar terminó de quemar las naves, mientras Imanol se mantenía a la expectativa.
A cinco minutos del final, Joan Jordán, de falta directa, se encargaría de hacer justicia en un golpe franco directo ante el que nada pudo hacer Rulli. Fue entonces cuando el técnico realista se la jugó, pero para aquel entonces ya era demasaiado tarde y el marcador no se desnivelaría a pesar del gol anulado a Oyarzabal de manera correcta en la última jugada del partido.
La Real se complica la lucha por entrar en Europa, igual que un Eibar que queda con sólo un punto menos en la tabla.