Era evidente que quien ganara el duelo de heridos entre Real Sociedad y Espanyol iba a llevarse un importante chute anímico. 'Txuri-urdin' y 'pericos' llegaban al enfrentamiento de este jueves con muchas urgencias. Los locales, los más flojos del reinicio, querían reaccionar para que Europa no se escapara, en tanto que los visitantes necesitaban ganar para seguir creyendo en un imposible.
Da la sensación de que al Espanyol se le acabó la ilusión por mantener la categoría ante el Levante. Los 'pericos' han entrado en barrena desde entonces y, pese a quedarse cerca de puntuar ante el Betis, no han logrado hacerlo. La esperanza del reinicio ha terminado desapareciendo.
Tampoco ante la Real, a pesar de que pusieron el 0-1 muy pronto. El gol de David López llegó justo después de que a los de Imanol les anularan un tanto tras la revisión del VAR. Willian José cabeceó un gran servicio de Monreal, pero no sirvió de nada. La Real seguía con el gafe.
Sí que subió al marcador la única acción peligrosa del Espanyol en la primera parte. Centró Embarba y cabeceó con rabia David López a la red.
Los de Rufete habían hecho lo más difícil. Y la victoria parecía factible. En la Real solo plantaba cara Januzaj, pero los locales se toparon con un muro durante toda la primera parte.
La lesión del belga en los últimos compases del primer pacto parecía el colmo para los 'txuri-urdin', pero la entrada de Odegaard permitió a la Real tener algo más el balón tras el descanso.
El 1-1 llegó en un despiste de los 'pericos'. Tardaron en replegar tras una falta en campo contrario y Willian José aprovechó el sevicio de Oyarzabal.
No daba gran sensación de peligro la Real, con un juego espeso y lento, pero tampoco el Espanyol, que no parecía ser consciente de lo que se jugaba y solo puso a prueba a Moyà una vez más. A través del de siempre, Raúl de Tomás.
Cuando parecía que el empate no iba a moverse, la Real Sociedad se encontró con el 2-1. Y nunca mejor dicho lo de encontrar. Un balón mal controlado por Oyarzabal se convirtió en una asistencia perfecta para Isak, que voléo en el área a la red.
No quedaba ya margen de reacción y tampoco ánimo en un Espanyol abandonado a su suerte, que aceptó la derrota sin rechistar. Del choque del Reale salió una Real reenganchada, a pesar de que las sensaciones siguen siendo malas, y un Espanyol casi descendido, que ya piensa en la próxima temporada.