River y Boca, Boca y River. Solo uno podrá salir campeón de la Copa Libertadores y nadie quiere perderse lo que ocurrirá en El Monumental. Desde hace tiempo, todas las entradas ya están agotadas y no entrará ni un alfiler.
Pero lo que muy poca gente sabrá es que una regla tan común como el valor de los goles fuera de casa no se aplicará esta vez, de modo que esa ventaja que tendría River no estará con el conjunto argentino que actuará como local.
Así pues, el empate a dos que se produjo en La Bombonera no servirá ni para uno ni para otros, haciendo que la vuelta adquiera la total definición de final, ya que un empate llevará el partido a la prórroga.
De igual modo, si en los 120 minutos no hay un ganador, la final de la Copa Libertadores se decidirá en la tanda de penaltis.