El Sevilla está en un momento álgido de la temporada y lo demostró una jornada más. El conjunto andaluz se desplazó a Ipurua para conseguir su tercera victoria consecutiva tras el 1-3 ante el Eibar.
Los aficionados no pudieron contener su emoción por el triunfo y protagonizaron uno de los hechos noticiables de la jornada.
Durante la celebración del segundo gol de Banega se produjo una avalancha en uno de los fondos, donde se encontraban los seguidores sevillistas, que acabó con el desprendimiento de una valla que delimitaba la grada.
Unos 40 hinchas cayeron y tuvieron que ser atendidos por las asistencias médicas. Algunos incluso tuvieron que ser desplazados al hospital.
¿Qué consecuencias habrá?
Ahora cabe cuestionarse qué consecuencias tendrá el suceso. El colegiado del encuentro, Estrada Fernández, lo recogió en acta y serán tanto la RFEF como la propia Liga las que decidan la sanción.
El Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) responsabiliza al equipo local de los posibles incidentes que se puedan producir en los partidos en relación con la seguridad, a menos que "acredite el cumplimiento diligente de sus obligaciones y la adopción de las medidas de prevención exigidas".
Así, el Eibar podría verse en la obligación de asumir la responsabilidad, pues el hecho se produjo en una de las zonas del estadio pendiente de remodelar.
¿Cuál sería la sanción?
Depende de la gravedad que determinen ambas instituciones. En caso de estipular lo sucedido como un incidente grave, y atendiendo al artículo 108, el Eibar podría ser multado con entre 6.000 y 18.000 euros.
Si es considerado "muy grave", las consecuencias podrían ser la multa de entre los 18.000 y los 90.000 euros o la inhabilitación del responsable de seguridad para ocupar cargos de responsabilidad en la organización por un periodo de dos a cinco años. Incluso podrían provocar el cierre parcial o total del estadio.