El estadio de La Romareda vio cómo el Zaragoza perdió por 0-2 ante el Lugo en un césped que ya lleva plantado algo más de once años, de modo que el club ha decidido que es el mejor momento para cambiarlo.
Una vez que el árbitro hizo sonar su silbato con el final, los operarios iniciaron las tareas para quitar las porterias y el sistema de riego, tal y como informó el diario 'AS'.
Este lunes será cuando comiencen los trabajos de nivelación del campo y de preparación del terreno para colocar este miércoles el nuevo césped.
La intención del Real Zaragoza es a utilizar el nuevo tapete verde en el partido del próximo 8 de octubre frente a Osasuna.