Tras comenzar de manera fulgurante su regreso al Eintracht de Frankfurt, Luka Jovic vive ahora una etapa de frustración a nivel individual, ya que su equipo sí que está cumpliendo y está en puestos de Champions League.
El atacante serbio atraviesa una grave sequía goleadora (un gol en los últimos 12 encuentros) y este martes, pese al triunfo logrado frente al Augsburg, perdió un poco los papeles.
Y es que con 1-0 en el marcador y al poco de iniciar la segunda parte, el jugador cedido por el Real Madrid se encaró con Gruezo y juntaron sus cabezas de manera desafiante.
Por fortuna, la cosa no pasó a mayores debido a la intervención arbitral, con el colegiado mostrándole al delantero serbio una cartulina amarilla.