En el verano de 2018, tras nueve años defendiendo la camiseta blanca del Real Madrid, Cristiano Ronaldo decía adiós al Santiago Bernabéu. La marcha del astro portugués dejaba tras de sí un incontable número de récords, de títulos y también un escalofriante vacío goleador.
Karim Benzema, el gran socio del luso durante su estancia en Concha Espina, asumió galones en ataque y desde ese momento pasó a brillar con luz propia en el plano realizador sin estar a ka sombra de nadie.
Desde la marcha de Cristiano, el ex del Olympique de Lyon ha participado en un total de 102 encuentros oficiales con el conjunto 'merengue'. En los mismos, Karim ha perforado la red rival en 57 ocasiones y asistido en 21 ocasiones a sus compañeros.
Unos números de escándalo que, sin embargo, son una valla en el campo. Y es que el galo no ha encontrado socios a nivel ofensivo que le ayuden a hacer olvidar definitivamente a CR7. Y parece que este año tampoco los tendrá.
El verano pasado, el conjunto blanco realizó un gran esfuerzo para traer a Luka Jovic, revelación de la Bundesliga 2018-19. Su juventud y olfato goleador hacían pensar que sería el complemento ideal para Benzema, pero nada más lejos de la realidad.
Entre lesiones, polémicas y la nula confianza de Zinedine Zidane en él, el balcánico solo ha sido capaz de celebrar dos tantos en los 27 encuentros en los que ha tenido participación en su primera temporada de blanco.
A ello, para más inri, se le añade la escasa capacidad goleadora de dos futbolistas como Vinicius y Rodrygo. Los jóvenes brasileños son talentosos y desequilibrantes, pero están lejos de ser depredadores del área (entre ambos acumulan 97 partidos y solo 16 tantos).
Con ello, parece más que lógica la petición de 'Zizou' de traer un delantero de su gusto antes de que el mercado llegue a su fin. Y es que con la defensa rindiendo a las mil maravillas, el ataque 'merengue' necesita una pieza resolutiva. De lo contrario, Karim seguirá solo.