La espantada de Cristiano Ronaldo provocó un seísmo en el Santiago Bernabéu de magnitudes inusitadas que todavía sigue teniendo eco en el inicio del segundo curso sin el portugués. Sin su voracidad insaciable, el Real Madrid bajó varios peldaños de competitividad y descubrió su vulnerabilidad.
Tras una temporada horrible en la que se quedó sin opciones en Liga, Copa del Rey y Champions League en marzo, el vestuario blanco continúa sufriendo el luto por la marcha del luso, tratando de salir de una depresión futbolística en base al pundonor de un campeón herido en su orgullo.
Sin embargo, el Paris Saint-Germain subrayó las miserias del Real Madrid en el Parque de los Príncipes, alimentando los fantasmas del curso anterior. Una vorágine de críticas y especulaciones apocalípticas emergió de nuevo en la órbita blanca, que, pese a todo, tiene el liderato del campeonato doméstico a una victoria este domingo.
Para ello, Zinedine Zidane ha de ganarle la partida a un Julen Lopetegui henchido de confianza y ávido de reivindicación ante su ex Real Madrid. Más allá del morbo de Sergio Ramos, Reguilón o Chicharito, el Real Madrid ha de luchar también contra el pasado reciente.
La sombra de Cristiano Ronaldo es muy larga y, en el Sánchez-Pizjuán, aún más. El Sevilla ha ganado en siete de las diez últimas visitas ligueras al Ramón Sánchez-Pizjuán del conjunto merengue, que acumula cuatro derrotas consecutivas en el feudo sevillista.
Asimismo, la última victoria del Real Madrid en Nervión fue el 2 de mayo de 2015, día en el que Cristiano Ronaldo firmó un 'hat trick' para inutilizar los tantos de Carlos Bacca y Vicente Iborra, y llevarse los tres puntos a Chamartín.
Capricho del destino, Chicharito acompañó al luso durante 70 minutos en la ofensiva blanca dispuesta por Carlo Ancelotti, mientras que Zinedine Zidane hacía sus primeros pinitos en el banquillo del Castilla previos a su salto al primer equipo.
A lo largo de su carrera en el Real Madrid, el delantero portugués visitó el Sánchez-Pizjuán en ocho ocasiones, en las que sumó tantas victorias como derrotas (4) y marcó 12 goles. Números que, sin duda y como siempre, echará de menos la parroquia blanca este domingo.