El Atlético de Madrid lanzó un nuevo órdago a la Real Sociedad. En un partido en el que volvió a demostrar falta de puntería sin delanteros, y en el que tuvo la pizca de suerte necesaria para ser colíder, los 'colchoneros' vencieron a un Valencia disminuido.
El conjunto de Simeone, este visiblemente emocionado en el minuto de silencio de Maradona, fue mejor a los puntos, pero no fue capaz de perforar por sí mismo la portería de Jaume.
Quiso Simeone dejar descansar a Joao Félix y, ante la baja de efectivos, puso a Lemar y Correa en punta de lanza con defensa de tres centrales, un experimento que salió mal y que solo duró 45 minutos.
El choque de trenes entre los dos equipos dejó pocas ocasiones y mucho centro del campo. Aparecieron en contadas ocasiones Jaume y Oblak, en su partido 200 en Primera, para dejar sus porterías a cero.
Cuando apretó el reloj antes del descanso apareció la mejor versión 'colchonera'. En un tramo de cinco minutos tuvo cuatro ocasiones buenas el Atlético, con disparos de Lemar, Giménez, Correa y Llorente que obligaron a trabajar a Jaume.
Visto que el experimento funcionó lo mismo que una gaseosa sin gas, Simeone optó por meter a 'O menino', que tampoco funcionó. Sí lo hizo un Carrasco que revitalizó el partido.
Precisamente por la banda del belga llegó el único tanto del partido. El extremo entró por la izquierda, puso un balón que tenía que haber empujado Vitolo pero que lo hizo, sin querer, Lato con la pierna.
Tres puntos de trabajo, de picar piedra, que colocan al Atlético de Madrid de nuevo en lo más alto de la clasificación a falta de lo que haga la Real Sociedad. El Valencia mostró este sábado que le falta fondo de armario, más aún con las lesiones musculares.