La Selección Argentina se jugaba pasar a las semifinales de la Copa del Mundo de México en 1986 y Maradona ni imaginaba lo que sería capaz de hacer sobre el terreno de juego del estadio Azteca.
El '10' firmó una actuación que pasó a los anales de la historia y que cobra todavía mayor dimensión con el paso del tiempo. Una de las pocas exhibiciones que se han producido en un Mundial.
El periodista Andrés Burgo cuenta en su libro 'El Partido' lo que ocurrió en el encuentro entre Argentina e Inglaterra y confiesa la sustancia que añadió a las botas del 'Pelusa' el día en el que firmó el mejor gol de su carrera.
"Yo le lustraba los zapatos a Maradona y tenía mi propio secreto. Diego me preguntaba '¿qué le pones a las botas?', pero nunca se lo decía. Lo que usaba era una crema de silicona con kerosene blanco, una pomada que se usaba para las monturas de los caballos. Los botines quedaban espectaculares", relata Andrés Burgo en su libro.
El periodista fue más allá y prosiguió: "Diego llevó al Mundial cinco pares Puma número 37, algunos con tapones bajos y otros altos. La noche previa a los partidos, venía a mi habitación y se los probaba, pero al final elegía siempre los mismos, unos que le quedaban perfectos".
"Por las dudas le llevaba dos pares más a la cancha, unos con tapones bajos y otros altos. Cada tanto Diego me ayudaba a lustrarlos, pero lo que siempre hacía solo era vendarse los pies", añadió el periodista en su libro.
Una historia espectacular que derivó en uno de los Mundiales más recordados de la historia, en el que Maradona firmó dos tantos: 'La Mano de Dios' y 'El Gol del Siglo'. Este último fue una exhibición, ya que Maradona corrió desde el centro del campo hasta la portería de Shilton sorteando rivales a su paso.