No diga gol en Champions League, diga Erling Haaland. El noruego volvió a marcar, como suele ser habitual en la máxima competición, y lo hizo para asegurar la victoria del Borussia Dortmund.
Ha comenzado con buen pie el cuadro alemán en la competición continental. Favorito para pasar como primero de grupo, no dejó lugar para la sorpresa en un partido que dominó durante buena parte del mismo.
Comenzó bien el Besiktas. Quizás fuese el impulso de la grada, o el hecho de tener que apretar desde el primer minuto, lo que provocó que saliera imponente ante un atenazado Borussia Dortmund.
Todo cambió con la aparición de Jude Bellingham. Qué jugador es a los 18 años. Qué talento tiene el Borussia y qué pocos focos se lleva para lo determinante que es.
Suyo fue el primer tanto y suya fue la asistencia del segundo. En el 1-0, el británico llegó desde atrás para empalar un gran pase de primeras de Meunier para adelantar al Borussia Dortmund.
Quiso volcarse el Besiktas y elló generó los espacios que aprovechó el cuadro alemán. Entre Reus, Brandt y Haaland volvieron loca a la zaga otomana, que no sabía por dónde le llegaba el viento.
Cuando todo parecía destinado a irse a vestuarios con el 0-1, apareció de nuevo Bellingham para bailar en el área del Besiktas y ofrecerle a Haaland un regalo en forma de gol.
El 0-2, antes del descanso, fue demasiado para un Besiktas que solo despertó en la segunda mitad al final de la misma. Apenas inquietó al Borussia tras el paso por los vestuarios, pero sí que amenazó la victoria germana.
Moukoko se quedó un día más sin poder batir el récord de precocidad de cara al gol, y Montero, ya en el añadido, aprovechó el centro de Pjanic para inquietar a un Borussia Dortmund que tomó Estambul y ya lidera su grupo.