La competición europea acusó a Liverpool por daños a la propiedad y desorden público, cuando los aficionados locales arrojaron latas y demás objetos al vehículo al pasar por Anfield Road.
Asimismo, el Liverpool también deberá responder por el lanzamiento de proyectiles y el encendido de bengalas dentro del estadio durante la victoria 3-0 ante el City, en el partido de ida de la eliminatoria entre clubes ingleses.
El caso no será analizado por la comisión disciplinaria hasta el 31 de mayo, es decir, hasta después de la final. Ello implica que toda sanción deberá esperar hasta la próxima edición de la Champions League.