El pasado 15 de noviembre, Isak escuchó desde una de las gradas del Arena Nacional de Bucarest cánticos racistas hacia su persona.
Daniele Orsato, el árbitro del encuentro, tuvo que parar el encuentro y amenazó con suspenderlo si no cesaban esos insultos.
Este lunes, la UEFA confirmó que inició una investigación en relación a ese suceso y que el jueves 12 de diciembre se tomará una decisión al respecto.