El Comité Ejecutivo de la UEFA decidirá si el Wanda Metropolitano y el Sánchez Pizjuán son las sedes de las finales de la Champions y la Europa League 2019.
Optan la Federación Española; la de Azerbaiyán con el estadio de Bakú como rival para las dos finales, más la Supercopa, y la de Turquía con el Besiktas Park de Estambul para la Europa League.
El informe de evaluación de la UEFA deja con buenas opciones al Wanda Metropolitano, que cumple, en su opinión, los requisitos de capacidad, accesibilidad, estancia y planes de seguridad y desalojo.
El documento refleja que en el momento de su elaboración no se pudo constatar la calidad del césped natural y que no dispone de espacio suficiente en su interior para las áreas de hospitalidad de los patrocinadores.
Sí dispone de ellas el estadio olímpico de Bakú (70.055 espectadores) que, igual que el campo madrileño, cumple las exigencias para acceso, desalojo e instalaciones.
En su dossier, la UEFA indica que, pese a las buenas condiciones, la visión en parte de la zona baja del recinto está parcialmente obstaculizada por la sombra del estadio.
Para la final de la Europa League, la UEFA tendrá en cuenta que el Sánchez Pizjuán acometerá una renovación que acabará en 2018 y que actualmente sólo cumple de forma parcial sus exigencias de capacidad y accesibilidad.
"No dispone de suficientes zonas de aparcamiento disponibles", sostiene el informe, que cita que únicamente dispone de 13.071 asientos cubiertos y un número limitado de aseos, insuficientes salas para primeros auxilios y pocas facilidades para discapacitados.