La última gran cabalgada de Traoré

Se formó en las categorías inferiores del Barcelona, donde desarrolló las mejores habilidades que ahora atesora. Se trata de un talento exportado a Inglaterra gracias a la confianza que el Aston Villa depositó en él a sus 19 años. Desde entonces, no salió del país.

Pasó por el Middlesbrough antes de irse a los Wolves, donde está siendo un efectivo de gran importancia, pero no de los protagonistas de la plantilla. En su primer curso en el equipo, formó parte de 36 encuentros de los que fue titular en 12 y aportó un gol y tres asistencias.

Se trata de unas cifras más bajas que las que consiguió en el año anterior, pero hacen que siga en el tintero su progresión, pues tiene 23 años. Uno de los motivos por los que su técnico suele usarle como revulsivo es su velocidad tanto con la pelota como sin ella. En la previa a la segunda competición europea volvió a demostrarlo.

Cogió la pelota casi a la altura del centro del campo y emprendió una larga carrera con toda la rapidez que le caracteriza. Dejó atrás a varios rivales y se plantó ante la meta contraria. Trató de ponerle la guinda al pastel marcando gol, pero el cancerbero estuvo atento para desviar el chut.