El fútbol en la extinta República Democrática Alemana era bastante distinto al que se jugaba al otro lado de la frontera. Las reglas del juego eran las mismas, por supuesto, pero mientras la RFA desarrollaba el fútbol como negocio, la RDA se empeñaba en mantener las competiciones deportivas al nivel amateur.
Es decir, los futbolistas al este del Muro no eran deportistas profesionales. Ésa es la razón de que el Bloque del Este ganase todos los oros olímpicos desde Helsinki '52 hasta Seúl '88, con la excepción del boicot a Los Ángeles '84, pero en los Mundiales de fútbol ni se les viera ni se les esperase.
Lo normal es que los equipos, como en la Unión Soviética o el resto de países del Bloque del Este, se organizasen en torno a organizaciones políticas, sindicales o laborales. Algo así como una liga de equipos de empresa pero a lo grande.
Con el nacimiento de las dos Alemanias nacieron dos campeonatos de fútbol independientes, obviamente. El Campeonato Alemán se disputó hasta 1944, y no volvió a jugarse hasta 1948. Un año después la RDA puso en marcha la Oberliga.
La disputaban 14 equipos por norma general, pero llegaron a jugarla hasta 19, aunque pronto se dieron cuenta de que era una idea imposible de llevar a cabo sin sacrificar la competitividad.
El equipo más laureado de la Alemania Oriental es el Dynamo de Berlín, monopolizador del campeonato desde 1979 a 1988. El Dynamo era el equipo de la 'Volkspolizei', y se convirtió en el de la Stasi, la policía secreta germanoriental.
Con la caída del Muro trató de borrar su pasado, pero en 2009 retomó la denominación original. Actualmente milita en la Regionalliga, el cuarto nivel del fútbol alemán.
El segundo equipo por palmarés es el Dynamo de Dresde. La palabra 'dynamo' ya nos debería indicar a qué rama pertenecían sus integrantes: la policía popular de Dresde. Ahora mismo está en la 2. Bundesliga.
Sin duda, el más famoso de los equipos germanorientales es el Hansa Rostock, que fue además el último campeón de la Oberliga. Curiosamente, nació en Lauter, Sajonia, pero las autoridades deportivas consideraron que ese 'Land' estaba más que representado, deportivamente hablando.
Por eso fue trasladado a la ciudad portuaria de Rostock. Debutó con buenos resultados, pero pronto se convirtió en un 'equipo ascensor', y se convirtió en el último campeón de la Oberliga, lo que le valió el 'ascenso' a la Bundesliga reunificada. Estaba asociado al sector comercial.
La caída del Muro fue sólo el primer paso hacia una sola Alemania. Había mucho que unificar, y el abrir las fronteras fue el comienzo. La Reunificación de Alemania no concluyó hasta el 3 de octubre de 1990, pero eso no fue el fin de la Oberliga.
La de la temporada 1990-91 fue la última, y se decidió que los clubes germanorientales se integrarían en los tres principales niveles de la antigua Alemania Federal (ya Alemania a secas) dependiendo de su posición en esa temporada.
Así, Hansa Rostock y Dynamo de Dresde fueron a parar a la Bundesliga, el Dynamo de Berlín, que terminó undécimo de 14, fue relegado a la tercera división.
Otros que quizá suenen por nombre, como el Energie Cottbus (equipo relacionado originalmente con el sector minero) o el Magdeburg (del gremio de la construcción y la industria maderera), también fueron al tercer nivel.
Ya con un sólo campeonato en Alemania, los equipos del Este sufrieron una suerte dispar. La mayoría vaga por los sótanos de la Bundesliga, en el mejor de los casos.
El fútbol profesional demostró no tener piedad con la idea romántica de utilizar el deporte como herramienta de integración social y laboral que defendía la RDA. Sólo unos pocos han logrado sobrevivir y reconvertirse al profesionalismo (Hansa, Dynamo de Dresde, Energie o Magdeburg).