Francisco Román Alarcón Suárez, conocido habitualmente como 'Isco', termina contrato con el Real Madrid el 30 de junio de 2018, equipo al que llegó en 2013 procedente del Málaga a cambio de 30 millones de euros.
Su calidad está fuera de toda duda, pero al malagueño se le achaca cierta irregularidad. En cualquier caso, su posición es un hándicap para él, ya que juega en el mismo sitio que jugadores intocables para Zidane como Modric o Kroos, teniendo además que competir con James, Kovacic y Asensio por minutos.
El hecho de que su contrato termine en 2018 no es cosa baladí. El Real Madrid se ha marcado como tope renovarle este verano. Si no, buscará un traspaso para recuperar parte de la inversión que hizo por él hace ya cuatro años y medio. Y es que una de las cosas que no puede permitir el cuadro 'merengue' es que Isco se vaya del equipo como agente libre.
¿Por qué? Muy sencillo. La entidad presidida por Florentino Pérez tiene que controlar en la medida de lo posible el futuro del centrocampista de Arroyo de la Miel. Si termina contrato, podría irse a cualquier equipo. Y eso incluye al Barcelona, el gran temor del cuadro 'merengue', Zidane decide.