La vergüenza de jugarte el ascenso en campo neutral y a puerta cerrada

De este modo, la LFP desestimó el recurso del Le Havre, que había pedido que se anulase el resultado del partido del domingo (2-2, resuelto en los penaltis) alegando que el entrenador del Ajaccio, Olivier Pantaloni, estaba en el terreno de juego, a pesar de haber sido expulsado.

Esa situación "no implica, de acuerdo con los reglamentos de Liga, la invalidación del resultado del partido", señaló la LFP, cuya comisión de disciplina se reunió hoy de forma extraordinaria vistos los incidentes del fin de semana.

El viernes pasado, cuando se debía jugar la eliminatoria que determinaba qué equipo de segunda buscaría la elite del balompié ante el Toulouse, la LFP pospuso el encuentro para el domingo debido al ataque con piedras y artefactos pirotécnicos de los hinchas violentos del Ajaccio contra el autocar de los futbolistas del Le Havre.

Los jugadores del club normando denunciaron entonces haber recibido amenazas de muerte e insultos por parte de la hinchada del Ajaccio, como "franceses de mier**".

En el choque del domingo, los ánimos siguieron alterados en el estadio François-Coty (situado en Ajaccio, la capital de Córcega) y, en un partido plagado de incidentes, hubo dos expulsados por cada equipo.

Gilles Simeoni y Jean-Guy Talamoni, los principales responsables políticos de Córcega -una región de tensiones nacionalistas contra Francia-, se defendieron de las acusaciones contra el equipo de su región y denunciaron "odio" contra lo corso y "una histeria" contra todo lo que representa la isla.

Según el primer ministro francés, Edouard Philippe, "el fútbol ha perdido" por culpa de los incidentes.

"Como una gran parte de franceses, estoy consternado por lo que se ha visto", señaló en 'Facebook' Philippe, y dijo que está impactado por "la violencia y brutalidad" mostrada contra los jugadores del Le Havre, ciudad de la que el mandatario fue alcalde entre 2010 y 2017.