Había dos cosas que retenían, o parecían retener, a Antoine Griezmann en el Atlético de Madrid. La primera era la sanción del TAD; la segunda, que el United no se clasificó para la Champions y dependía de la final de la Europa League para jugarla.
Para desgracia rojiblanca, lo logró. La excusa de 'Griezmann no se irá porque el United no jugará la Champions' se acaba de esfumar de sopetón.
Cada vez parece más difícil que la gran estrella rojiblanca siga en el equipo, aunque desde dentro impere la calma y la tranquilidad al respecto.