Breno Vinicius Rodríguez era una de las grandes promesas del fútbol brasileño. Fue campeón con el Tricolor y el Bayern le fichó en el 2007.
Sin embargo, su carrera se truncó debido a las lesiones y a las barreras culturales, que hicieron que el jugador no se adaptase bien a su nueva vida y perdiese el norte.
El 20 de septiembre del 2011, en estado de embriaguez, Breno incendió su casa en Múnich tras saber que tenía que ser operado por tercera vez. Fue condenado a dos años y medio de cárcel por ello.
El central, de 25 años, volvió a sentirse futbolista el pasado 9 de agosto cuando entró para sustituir a Húdson en el minuto 59 del clásico brasileño. Es una emoción muy grande. Solo yo, mi esposa y mis hijos sabemos lo difícil que fue esta lucha", declaró el jugador después del partido.
Breno, que estuvo a punto de pasar a Lazio gracias a la fianza que pagó el Bayern, recibió en el juicio la sentancia de 3 años y 9 meses en prisión.
En el verano de 2013 consiguió permiso para trabajar en el club alemán entrenando juveniles y a finales del 2014, con dos tercios de la jornada cumplida, empezó desde 0 en Brasil, donde se recuperó de las lesiones y se adaptó a vivir en libertad.